El altillo

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**Ruido de madera vieja, aroma de nogal húmedo costeando la alcoba. Ese lugar tenía ese "no sé qué", algo que todos mis ancestros habían experimentado alguna vez. ¿Qué era lo que lo hacía entrañable?**

**Allí habitaban los sueños, la perplejidad y la conexión con nuestro interior; era mágico, claro que sí. Podía oler un viejo óleo, ser parte de muchas fotos desconocidas, todo a la vez...**

**Ese viejo altillo era lo que llamamos "el lugar": una línea temporal infinita, llena de alma y anhelos. Puedo recordar a mis abuelos reír y llorar en ese sitio; parecen estar ahí. El humo de la chimenea aún se esparce por el centro, acompañado de los valses de Navidad.**

**Siempre acudo a visitar el altillo. Es allí donde puedo sentir que existo, enamorado de la plenitud. Es el lugar donde nace, muere y vuelve a nacer mi conciencia.**

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