Lo que fué


Fue un tiempo de fracasos y desdichas, pura pérdida.

Noches intensas, desmedidas, en un mundo de impresiones sagaces y letargo perpetuo.

Cuántos augurios a la vera del remanso de la ciudad de la luz eterna. Procedió como pocos; su pasión era muy real, tenía el corazón enamorado de lágrimas y finales. Poco se sabe de él; algunos recuerdos lo añoran porque, de algún modo, también viven de él. Descansa en ese reino donde alguna vez fue el único rey.


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